Diccionario de la fauna escolar salsera

Diccionario elaborado por la revista salseros en la que se definen los distintos tipos de alumnos que conforman una buena clase de salsa y que son los siguientes:

EL ANIMADOR
Inventa movidas para unir a sus compañeros de grupo y organiza desde cenas y quedadas para ir a bailar hasta viajes al Caribe. En plena clase rompe el hielo, grita, aplaude, anima y de todo saca algo gracioso. Es la alegría de toda escuela.

EL APÁTICO
Da la impresión de que le han apuntado a curso bajo amenaza de muerte. Es serio, nada le hace gracia. La razón por la que se apuntan a salsa todavía es un misterio.

EL CELOSO
Detesta la salsa, aborrece bailar, pero se apunta con el único fin de vigilar a su pareja e impedir, a toda costa, que algún hombre le ponga la mano encima.

EL DESABUELADO
Aprende rápido, realmente es bueno, pero se lo liene muy creído.

El ENVIDIOSO
Es el que, cuando hay clases paralelas en un mismo espacio, está más pendiente de lo que se está haciendo en la otra clases que en la suya. Sólo por saber si el aquel grupo es mejor que el suyo.

EL FANTASMA
No quiere aprender realmente, sólo quiere figuras para presumir ante sus amigos o en las discotecas que es el mejor. Suele bailar menos de lo que dice. Sí se equivoca, la culpa es del otro.

EL FOLLONERO
No es el personaje de Buenafuente, sino el que vive más en la dirección de la escuela que en la clase quejándose del profesor, de los compañeros, de la falta de aire, de la músico, del suelo, de la subida del euribor…

EL HUMILDE
El alumno ideal y más apreciado por los profesores. El sólo quiere saber a bailar y por más que suba de nivel siempre siente que le falta mucho por aprender. Esta abierto a todos los estilos. Generalmente llega lejos.

EL INGENUO
El que piensa que con un curso de un trimestre aprenderá a bailar salsa y aunque le digan mil veces que NO!!, alberga esa esperanza.

EL IMPACIENTE
Aunque no sepa bailar, no quiere saber nada de pasos básicos ,quiere acción! Le aburren las explicaciones teóricas. No ha terminado de aprender bien un figura, cuando ya quiere que le enseñen cinco de golpe. Corre el riesgo de derivar en “Fantasma”.

EL INSOPORTABLE
Mientras el profesor está explicando se la pasa haciendo otras figuras, está hablando o enseñando a otros compañeros cosas distintas de lo que se está haciendo. Generalmente baila pésimo y es prepotente.

EL INTOCABLE
Detesta que le corrijan, aunque sea de buenas maneras. Si se lo dicen indirectamente piensa que la cosa no es con él, y si le increpan directamente se indigna. Algunos profesores optan por no decirle nada, por lo que él piensa que baila de maravilla.

EL “MADRE TERESA”
Suele ser de niveles avanzados y ayuda a los principiantes por altruismo. El profesor abusa de él porque le da a las peores parejas para que las entretenga y no fastidien la clase. Tiene la paciencia de un santo y nunca pierde los nervios.

EL MASOQUISTA
No va a clases vestido de cuero, pero si el profesor le sacara un látigo tampoco le importaría. Es perfeccionista y le encanta que le metan caña. Y aunque lo haga perfecto suplica que le digan en qué fallo.

EL MATRIMONIO
Sobre todo si es gente mayor, no paran de discutirse y pelear echándose la culpa el uno al otro. Son un clásico en las escuelas. Sin ellos una clase de baile no sería una clase.

EL PESIMISTA
Jamás deja de pronunciar frases como: “no sé que hago aquí” “es que yo nunca aprenderé”, “eso
jamás me saldrá”. Lo gracioso es que termina aprendiendo.

EL PROMISCUO
No le es fiel a ningún ritmo. Se apunta a salsa L.A, salsa cubana, sevillanas, hip hop, bachata, bailes de salón, todo a la vez. Es impulsivo y tiene muy buenas intenciones, pero no acaba de dominar ningún estilo.

EL SANGUIJUELA
Se cuela en todas las clases que puede y nunca paga.

EL SECRETARIO
Es el alumno ideal pora profesores despistados. Lo sabe todo: cuándo se inició el curso, cuántas clases faltan, qué figuras se han visto y hasta corrige si el profe la enseña de forma distinta. Son los pupilos. Generalmente acaban siendo profesemos.

EL SECTARIO
Defiende a capa y espada a un profesor o a un estilo. Si le cambian de instructor lo descalifica, y es el típico que opina “eso no se llama tal, sino cual” porque así lo aprendió.
Si hace salsa L.A. dice que “la cubana” es una m… y sí hace cubano dice que los “linieros” son unos pijos.

EL SEDUCTOR
Este sí es un promiscuo en toda regla. La clase es lo de menos, su principal misión es ligarse a las compañeras de curso y ser parejo de las más guapas. Los hay patéticos pero también encantadores, así que ¡cuidado chicas!.

EL VICIADO
Baila a su maneta y no hay quien pueda sacarlo de allí. Recorre decenas de escuelas y no hay profesor que logre sacarle un paso distinto a como lo aprendió.

EL VICIADO INMIGRANTE
Sabe bailar salsa al modo de su país, pero se niega a comenzar por el nivel básico porque dice que ya sabe bailar y que sólo quiere aprender vueltas. Salvo pocas excepciones es duro para aprender pero una vez lo pilla, no hay quien lo supere.

EL JAMAICANO
Es otro tipo de viciado. En clase tiene una buena “colocación”, que en términos de danza clásica sería todo un mérito, pero no es el caso. Este espécimen escasea, pero existe.

EL AROMÁTICO
No desprende “Eau de toilette” precisamente, y por desgracia, es un espécimen muy común. Sus compañeros lo sufren en clase y ninguno se atreve a decirle por qué nadie quiere bailar con él, aunque lo haga de maravilla. Como pareja sólo se les puede asignar a “El Modre Teresa” o a “El jamaicano”. Porque hay que ser un santo o estar muy colocado para soportarlo.

(fuente original: revistasalseros.com)